jueves, 21 de abril de 2011

Karl Marx dedicó 4 días a escribir el Manifiesto Comunista y 20 años para El Capital… (1ª entrega)

Nacido en Tréveris (Prusia occidental: la ciudad más antigua de Alemania), a escasos 16 Km. de la frontera con el Gran Ducado de Luxemburgo, en una familia de la clase media alta. Su padre era abogado, y fue a la Universidad a estudiar leyes, pero los vivos debates sobre filosofía hegeliana en el Berlín de 1834 (se identificó con los jóvenes hegelianos deseosos de transformar la ortodoxia hegeliana en una doctrina social radical)…le llevaron a doctorarse en Filosofía con 23años.
En la vida de Marx se mezclaron el retiro del filósofo/pensador/intelectual con la vida activa del organizador, propagandista…y revolucionario.
Obligado por la muerte de su padre a ganarse la vida empezó a trabajar como periodista de un diario antigubernamental (en Colonia) donde su prosa mordaz le permitió actuar como agitador en favor de la reforma política. Llegó a director, pero en 1843 la censura oficial prohibió la publicación y Marx tuvo que irse a París para montar otro diario.
Allí se metió de lleno en la lectura y estudio sobre Teoría Económica (David Ricardo…), conoció a  Engels (su mentor y amigo) y a la mayoría de los dirigentes de la izquierda continental. Fue expulsado de Francia en 1845 y se refugió en Bruselas; por fin, tras una breve estancia en Colonia para apoyar las tendencias radicales presentes en la Revolución alemana de 1848, pasó a llevar una vida más estable en Londres, en donde desarrolló desde 1849 la mayor parte de su obra escrita. Pasaba todas las horas de luz solar en las salas de lectura del British Museum.
Su dedicación a la causa del socialismo le hizo sufrir grandes dificultades materiales. Habrá pocos estudiosos de los problemas sociales que hayan trabajado bajo condiciones más duras que las soportadas por Marx. Lo poco que ganaba con sus artículos periodísticos (aparte de la ayuda económica de Engels) no le permitía proporcionar a su familia una atención médica y una nutrición adecuadas.
Cuando Marx escribía sobre la pobreza, no hacía un ejercicio de imaginación.
Es importante retener los conceptos  alienación y dialéctica tomados de Hegel…y que Marx reinterpreta.  La alienación, que para Hegel queda en el mundo de la Idea (de índole teológica), para Karl Marx se refiere a la explotación del hombre por el hombre,  a la pérdida de autonomía y libertad de una clase social como consecuencia de la explotación a la que le somete otra clase social,  principalmente por el hecho de existir la propiedad privada de los medios de producción.
La dialéctica pasa de una negación, doble negación y confrontación de las ideas en Hegel a la revolución y la lucha de clases con Marx.
En 1848, a petición de una Liga revolucionaria clandestina formada por emigrantes alemanes, Marx escribió en apenas cuatro días el Manifiesto Comunista, un panfleto de retórica incendiaria situado en el contexto de las revoluciones europeas de ese mismo año 1848. Marx (con la colaboración de Engels) hacía una crítica sistemática del orden establecido y defendía la fuerza de la Revolución (no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales)  como la forma de acabar con la civilización burguesa.
Marx tuvo algo más de tiempo para dedicarse a “El Capital”, que empezó a escribir en 1847 y terminó (parcialmente) con un primer volumen en 1867… VEINTE AÑOS ¡

Seguirá…

Mark de Zabaleta







sábado, 16 de abril de 2011

GEORG HEGEL (1770-1831) “las Recetas de la Dialéctica”…para Marx?

Vamos a ubicar a Hegel. Fue coetáneo de Malthus (1766-1834) y de Ricardo (1772-1823) y unos 50 años más joven que Adam Smith y Emmanuel Kant, cuyas obras sí conoció…y la revolución francesa en su época de estudiante…No conoció a Marx (1818-1883)
Hegel era un pensador muy oscuro. Sus escritos eran de complicada lectura, como las recetas médicas, que muy pocos saben descifrar (aparte de los farmacéuticos dotados del don de la videncia). Publicó muy poco en vida, y lo fundamental de su obra fue editado por sus alumnos tras su muerte.
“Uno solo me ha comprendido, y sin embargo no me ha entendido”. La Dialéctica, fruto de tensiones y contradicciones, hace que en el acto del saber la negación desempeñe un papel fundamental. Es lo que Hegel denomina “poder prodigioso de lo negativo”.
Un ejemplo que el mismo Hegel da, es el del ciclo de vida de un árbol de frutos. El momento o instante de la “tesis” sería el de la semilla, la cual no es ni árbol ni fruto. Cae al suelo, germina, crece y se convierte en árbol; es el momento de la “negación” de su estado de semilla. Andando el tiempo, el árbol produce frutos que no son ni semilla ni árbol, sino una negación “doble” de la semilla y del árbol; es el instante de la “síntesis”. Y de nuevo, el “círculo” dialéctico comienza con otra “tesis” o semilla, etc.
Considerado por la Historia Clásica de la Filosofía como el representante de la cumbre del movimiento alemán del idealismo filosófico y como un revolucionario de la Dialéctica, habría de tener un impacto profundo en el materialismo histórico de Karl Marx.
Hegel estudió a Smith y la economía política. En contra de Smith, quien desconfiaba del Estado, Hegel no era optimista sobre el curso no regulado de la economía. No sólo porque generaba alienación y convertía a los individuos en engranajes de una maquinaria anónima, sino porque no se autorregulaba y llevaba a extremos de riqueza y pobreza. El contrapeso a la burguesía, los individuos en la sociedad civil, era la clase desinteresada de los servidores públicos que constituía una clase universal porque sus intereses coincidían con los de la comunidad como un todo. Para Hegel tenía que haber una comunidad como parte de la cual la gente se sintiera libre. El hombre no es un individuo, sino un ser social.
Marx perteneció inicialmente a un grupo de “jóvenes hegelianos” que adoptaron las ideas del maestro: el idealismo (la historia es el devenir progresivo de la razón) y la Dialéctica (la evolución se consigue mediante conflictos entre fuerzas contrarias), pero cambió la perspectiva de Hegel…
Mark de Zabaleta


martes, 12 de abril de 2011

El modelo del Flujo Circular de la Renta.

El flujo circular de la renta es un modelo que sirve para explicar de forma muy simplificada el funcionamiento básico de la actividad económica. Este modelo nos  ayuda a entender entre quienes se produce un intercambio, es decir, quienes intervienen en la economía y en qué consisten esos intercambios.
El modelo más sencillo del flujo circular de la renta representa una economía con sólo dos agentes: las economías domésticas y las empresas. Existen otros agentes, el Estado y el Sector exterior, que, a través de los impuestos y transferencias que realiza el primero a economías domésticas y empresas y las exportaciones e importaciones que realiza el segundo, influyen en el flujo circular de la renta.
El tema es analizar cómo se mueve la renta en una economía. A continuación trato de resumir una curiosa explicación que dio un economista americano en una de sus conferencias sobre este tema. Allí se trataba de un hombre de negocios de la ciudad que se presenta en un pueblo perdido de un Estado del interior. Este “golpe de efecto” se ha trasladado de diferentes formas a todos los idiomas…pero permite asimilar el concepto del “flujo circular de la renta” de una forma inolvidable.
Versión resumida a la “española” (existen múltiples versiones): En esta se habla del sector exterior (se importa algo) y del sector público (se paga algo al ayuntamiento)…siempre con un irónico sentido del humor:
Llega un americano vestido impecable, con traje y corbata, a un pueblo perdido de Castilla y pregunta  a un vecino, en un perfecto castellano, dónde hay un hotel. Éste le responde que en el pueblo no hay hotel, pero que en la Plaza Mayor hay una Pensión muy buena.
Nuestro “turista” aparca su cochazo (americano) en la Plaza y entra en la Pensión. Se presenta y pregunta al posadero si tiene una “suite”,  le dice que no, pero que en el cuarto piso hay una habitación muy grande con cuarto de aseo. Mister Smith le dice que viene con idea de instalarse en el pueblo para montar una fábrica de componentes electrónicos, le deja su pasaporte y  20 billetes de 100 Euros ( a lo grande!) tras preguntar si sería suficiente para instalarse unos tres meses ( le había dado como precio 25 Euros/noche), pero que primero sube a ver la habitación y refrescarse.
Antonio, el posadero, con los billetes en la mano ve la oportunidad de saldar sus cuentas con la tienda de ultramarinos, la carnicería, el pescadero, el panadero, el transportista, el mecánico y hasta el alquiler que debía al ayuntamiento por el salón que le dejaron usar para una reunión de viajantes de pinturas que vino a la Pensión.
El mecánico debía dinero de unos amortiguadores importados al del transporte, que a su vez debía en la panadería y los ultramarinos. El del ayuntamiento tenía facturas pendientes con el carnicero. El panadero pagó al pescadero, que, a su vez, hizo las paces con el mecánico….
Al cabo de una hora y veinte minutos entra una chica de muy buen ver en la Pensión y deja sobre el mostrador los 20 billetes de 100 Euros que debía al posadero por la utilización “regular” de la habitación en estos últimos meses…porque fiaba a casi todos los del pueblo ¡!
Finalmente el americano baja tras refrescarse, le dice al posadero que casi prefiere comprar una casa, le deja un billete de 50 y recupera sus 20 billetes de 100 y su pasaporte.
Cuando una economía entra en crisis es porque se va desinflando tanto el consumo, porque no hay ingresos debido a que las empresas ( comercios etc.) no venden (y despiden empleados), como la producción de las mismas debido a la falta de confianza. Es en ese momento cuando hace falta un acelerador que permita volver a lanzar esa complicada maquinaria, sus engranajes, en movimiento…
Mark de Zabaleta

sábado, 2 de abril de 2011

Immanuel Kant (1724-1804)…80 años pensando ?

Kant vivió en la época de Adam Smith, Malthus y David Ricardo, aunque no conoció a ninguno de ellos. Su larga vida (80 años en el siglo XVIII), sin apenas moverse de su “pueblo”, le hicieron pensar mucho.
La vida “aburrida” que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Siempre vivió en la actual Kaliningrado (ahora Rusia, antes Prusia). Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.
Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura, calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía moderna. En ella se investiga la estructura misma de la razón.
Kant escribió muy poco sobre economía, salvo cuando habla de la Deuda Pública como positiva fuente de financiación como fomento de la economía interna (mejora de caminos, nuevas colonizaciones, ahorro para los años malos, etc.) pero como riesgo frente a potencias extranjeras. Es un “tesoro” frente a la guerra que sólo se agotará por la caída de los precios (que se mantendrá mucho tiempo por su beneficiosa incidencia en el comercio…). Así, Kant ya veía las ventajas de una devaluación de la moneda para el comercio entre potencias. China y Japón son los grandes tenedores de la Deuda Pública americana…y vemos el riesgo al que aludía Kant tras la catástrofe del 11-M. Las ventas masivas de Deuda en los mercados incidieron en los tipos de cambio…
El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, y Hegel supo interpretar este pensamiento analítico, utilizándolo en alguna de sus obras…el idealismo alemán, modernidad de la sociedad burguesa de su tiempo…
Cuando Marx entró en la Universidad para estudiar Derecho, quedó cautivado por los vivos debates sobre filosofía hegeliana en el Berlín de 1830 y por quienes querían transformar la ortodoxia hegeliana en una doctrina social radical….pero de Marx hablaremos en otro artículo.

Mark de Zabaleta